miércoles, 14 de octubre de 2015

La Jaula Reload


Miles de años sin escribir en este blog pero ahora lo retomo, en particular para comentar algunas cosas, el transcurrir de lo que ha sido el colectivo La Jaula de Dante en estos días recientes.

Lo primero es que, aparte del programa que transmitimos en Radio Nacional, estamos participando como facilitadores de un taller de literatura en la casa de Romulo Gallegos (el CELARG) acerca de la escritura creativa para Blogs. Lo denominamos Literatura 2.0. Tal como esperábamos la experiencia ha sido extraordinaria. Tanto así que yo mismo, que tenía abandonado estos medios desde épocas inmemoriales, me he entusiasmado a retomarlos.

La idea del taller es también la de aproximarnos a las nociones elementales de los autores clásicos, como Edgar Allan Poe, siempre presente, y otros más modernos, Stephen King, Murakami, etc. Además que eso brinda la oportunidad propicia para leer una vez más a las grandes figuras literarias y analizar sus contenidos profundamente. No para decir que es así como se escribe sino para formarnos en su contemplación.

Interesante que a este respecto ya desde la primera clase estuvo claro entre nosotros que un buen taller para escritura creativa no debe quedarse dándole vuelta a los mismos tips y decálogos y normas sobre cómo escribir. Más bien, en la lectura -y conversa- de distintos y múltiples estilos está precisamente el enriquecimiento. Me agrada ver cómo los participantes que hasta ahora se han mantenido atentos con las actividades son tan diferentes y libres en su manera de escribir, y también en relación a qué escribir y para qué escribir.

Estas son cosas fundamentales que tienen que agitarse y removerse en un taller. Por lo pronto, y a pesar de las innumerables calamidades que nos agobian: como el hecho de carecer de un vídeo beam, o siquiera de conexión decente a internet, en fin, inconvenientes imperdonables en una institución cultural como el celarg, pues a pesar de eso, hemos avanzado en la creación de algunos blogs cuyos contenidos son indudablemente prometedores. Parten del deseo honesto de comunicación, de las verdaderas ganas de expresarse y compartir. Les dejo entonces a estos primeros alumnos mis más cariñosos saludos y espero que todos cosechemos buenas ideas de este proyecto.

Por la otra parte hace poco estuvimos en la Feria Internacional de la Música, transmitiendo La Jaula en vivo desde el Teresa Carreño, e intempestivamente entrevistamos a Víctor Hernández, el creador del arpa digital. Nos recomendó algunas cosas allí de nombres arcaicos que sonaban muy interesantes; de hecho Delia está ubicando ya -me parece- lo correspondiente a la discografía para escucharlos, y hablamos sobre el prodigio electrónico. Después entrevistamos al señor Alexander Paredes, quien hizo hincapié en su reconocimiento por la Unesco, y que es el inventor del cuatro siamés.

Pero para otra ocasión quedaran los comentarios acerca de estos valiosos testimonios. Quiero además, en los siguientes posts, ir subiendo otro de nuestros programas para el deleite de los amables usuarios.

lunes, 16 de febrero de 2015

RadioJaula/Sigue Adicción

Ahora es prácticamente normal que seamos adictos a todo. La ansiedad nos consume hundidos en el humo de las calles y de las fábricas. Estamos siempre rodeados del exceso. Además, somos incapaces de darle la espalda al vicio, pero no como depravación (aunque, por supuesto, se han visto casos), sino como ese particular ejercicio de nuestro albedrío, que por lo demás tiene conexión directa con ámbitos más profundos: el tiempo, los humores, los estados del alma y del espíritu, el conocimiento, la contemplación, la reflexión y la muerte... El hábito de fumar, por ejemplo, es cultura ancestral. Hace eones el hombre consume infinidad de hierbas aromáticas con propósitos distintos. Cada uno para un particular estado físico, mental, anímico.

Nos basamos, entre otras cosas, en las imágenes ejemplares que nos brinda la literatura. ¿Qué otra cosa fascinaba más a los hobbits que comer y dormir? Eso, fumar. Para no hablar de Gandalf, que todo su día dispone a eso, so pretexto de ser mago… Ahora bien, una cosa es el hábito de fumar y otra evidentemente distinta es la adicción. Nuestra realidad está impregnada con tales rasgos, más allá del propio individuo adicto como de manera tradicional se le concibe. Hay gente que es adicta a series de televisión, a determinados videojuegos, a la comida, al azúcar, al sexo, al chocolate, la cocaína, la pepsi cola, en fin. A cualquier cosa que capte nuestra atención en un preciso momento de la vida y entre en nuestra sangre para no salir jamás.

No todas las adicciones son fatales. En algún punto la gente tiende a superar (o transformar) su adicción. Y en sociedad, cada cual vive su drama. En Wormhole Finished apenas hablé de un caso particular que ocurre aquí en Caracas: la cómica telaraña de pasiones que han tensado las papas de McDonalds con su ausencia. Nadie sabe qué es lo que pasa, pero todos opinamos. ¿Quién no ha comido en esa archi-famosa franquicia de comida rápida? Los arcos dorados son parte de la arquitectura cultural moderna y capitalista de este planeta.

Nadie duda que esas hamburguesas producen adicción. El combo está perfectamente diseñado para producir una sensación especial en el consumidor, aparte de saciarle el hambre por lo menos por un par de horas. Nos atrevemos a afirmar que esto no es ningún secreto, existen estudios serios sobre el tema. Imaginemos los efectos en un niño, que desde muy temprano se acostumbra a esta clase de productos. ¿Cómo reaccionará, por ejemplo, si un día le quitan a su ansiada vianda un ingrediente esencial y delicioso? Entraría en dolorosa crisis, sin duda. Por fortuna, en nuestro país no se ha llegado ni se llegará jamás a escenarios tan trágicos. La gente aquí no es tan salvaje.

Hablando ahora con tono más íntimo, yo mismo he sido consumidor asiduo de esa franquicia. Es más, he reflexionado sobre ese fenómeno en más de una ocasión. Hay (o quizá deba decir habían) dos o tres McDonalds en Caracas donde las hamburguesas no son precisamente una absoluta bazofia. Allí en esos sitios el producto cumple su función, me parece, a cabalidad. Si eres lo suficientemente depravado como para comer eso tres veces a la semana en menos de un mes eres adicto. ¿Es dañino? De más. Pero es justo aquí donde la gente dice: de algo habrá que morirse… Estamos acostumbrados a encontrar, entre los que utilizan ese discurso, a los fumadores de cigarrillo. Pero las hamburguesas de McDonalds son en extremo peores que el cigarrillo. Hay gente que se fuma veinte, treinta, cuarenta cigarrillos diarios y duran más o menos unos años (depende). ¿Cuántas hamburguesas de McDonalds es capaz de soportar el cuerpo, al día?

Aquí es un drama para cierta parte de la población. En cuestión de minutos esa parte termina involucrándonos a todos en sus angustias. Y se vuelve toda una máquina de discursos como la que ya hemos hablado. Vale la pena sumergirse allí, en ese lenguaje en ebullición que hoy poseemos. No sabemos con certeza nada de lo que decimos, pero nos divertimos. Por las redes sociales corre un meme referente a todo este asunto que dice: humo negro en las chimeneas de McDonalds, todavía no tenemos papa.

Termino por hoy compartiendo otro de nuestros programas: Sigue Adicción… I´m loving it!  


lunes, 2 de febrero de 2015

Wormhole Finished

Salir del Wormhole se convirtió, en medio del trance de la noche, en una poderosa experiencia de triunfo heroico. Trajo consigo, entre otras cosas, una ráfaga de continuidad, de coherencia. Después del purpúreo vórtice las cosas finalmente adquieren sentido. Se completan. Luego de una victoria así, queda dicho, honor y gloria a todos los caídos, torrentes de sangre derramada por suelos metálicos de destellos multicolores, en fin, la preparación para nuevas venturas, vidas enteras, mundos enteros que somos... 

Uno de ellos es Doom, ya mencioné que lo he recorrido recientemente y, como ocurre siempre, me quedo pensando en esos términos de infiernos tridimensionales, y ese universo donde desgarrar, destripar y volar en pedazos son nuestro único modo de vivir o morir. 

En este caso se trata de una de las expansiones del Final Doom, por lo que algunos mapas son mucho más "conceptuales", intrincados, geniales y supremamente difíciles, llenos de secretos, llaves, objetos ocultos, laberintos, puertas falsas, ríos tóxicos y minotauros. 

El año comienza, a su vez, intenso. La gente en la calle enloquece y se arrancan los cabellos (lo hemos hecho, ya pocos nos quedan). De pronto estalla la guerra comunicacional en Twitter. La política y la "situación del país" invaden nuestras pobres almas y ponen a hervir el espíritu colectivo. Pasiones desgarradoras brotan en torno a cada acontecimiento... La mayoría no puede digerir tanta trascendencia, de pronto deja de entender, le cuesta explicarse, definirse, actuar. 

Por fortuna, dramas de este tipo pueden también conmovernos a risa, y en el fondo, semilla codificada, encapsulada, nos dejan una profunda enseñanza. Primero hay posibilidades de que sobrevenga el shock: Una mañana McDonalds de Venezuela amanece sin papas y la humanidad entera tiene que sufrirlo, a cada nivel de la existencia. Hemos visto a muchos huir de la irremediable locura de nuestros días. A un lugar como la Matrix donde pueda uno vivir engañado, alienado, tragando porquerías mientras una malévola máquina se alimenta de nosotros. Un escape perfectamente válido a la ansiedad que produce esa condición humana de la sospecha, de la duda, madre de la divagación, la meditación y el diálogo. Ah no. Matemos eso con el dulce néctar de manteca transgénica contenida en las papas de McDonalds. 

La enseñanza, como es natural que ocurra, alcanza a iluminar a algunos pocos y los acongoja con la incertidumbre, la desconfianza y la vacilación. ¿Vale la pena? Vale preguntarse. Esta vida / la otra. Siendo individuo de este mundo ¿necesito esas papas? ¿Se puede vivir en paz sin ellas? (y, se entiende, sin las cosas, el discurso, la ideología y el modo de vida que estas representan). Hay muchas otras alternativas de sublimación si es que el delirio en cuestión es la manteca: Toda Caracas está minada de perrocalenteros, calles del hambre, areperas, carmelos, polleras, cachaperas y los más diversos entes dispensadores de delicioso sustento. Da hambre de sólo pensarlo. Nada más existe para saciar el antojo que nos produce la ansiedad moderna y citadina que la bala fría y la inyección de azúcar carbonatada. Pero lo importante es entenderlo y hacerlo consciente. Comamos hasta reventar y exterminemos demonios en todas las dimensiones, con la mente clara, eso sí, anotando cada incidente en nuestra bitácora de horrores y victorias.   

miércoles, 14 de enero de 2015

Upgrade Caracas

Hoy, la fascinación por la realidad me ha llevado a pensar en la inacabable lucha de discursos que atormentan y angustian a los pobres habitantes de esta ciudad. Me parece absolutamente maravilloso que esto sea así. Estamos entrando a la madurez. En lo social, lo político, lo cultural. Día a día nuestras nociones de identidad e individualidad, modo de ser y pensamiento, libertad, realidad, verdad, son puestas a prueba frente a un macrocosmos de ideologías, customizadas por cada una de las personas con las que convivimos.

Es inevitable salir a la calle y que todos estemos súper-informados de lo que ocurre; infinitas versiones, en segundos. Obviamente las matrices más poderosas son los medios de comunicación, en su abominable vastedad, gracias a ese lado perverso que tienen. Polarizan, mienten, exageran, dramatizan y envilecen las noticias que consumimos en masa al lado del puesto de perrocalientes, empacadas en un rollo con la caja de Cónsul y, los más maniáticos, con un café y un bolígrafo detrás de la oreja (que son más que los aficionados a los criptogramas y a las carreras de caballo). Esos se dan por enterados y opinan constantemente, la mayoría ya de cierta edad, manifestándose dentro de una ideología que es una mezcla un tanto agria y añeja (según el caso) de los valores que hayan cultivado durante su vida.

Salimos a la calle y nos enfrentamos a ellos. Generaciones más modernas confluyen con nosotros en las universidades y en los centros comerciales. Su versión de la data es mucho más tecnológica, frágil y confusa. Digo que hay un porcentaje significativo que no sabe qué es lo que pasa, ni está en sus intenciones inmediatas enterarse. Simplemente sale a la calle y lo bombardean de información referente a todo. Irremediablemente caemos en el opio del consumo, cada quien con su dosis y estilo, pero todos estamos allí cautivos de un producto, una mercancía que nos adormece. Entonces mucha gente joven, o moderna, entiende lo que le pasa en relación estrecha y directa con los bienes y comodidades que posea. ¡Qué se caiga lo demás mientras sean aseguradas aspiraciones materiales! Es natural que sea así y nadie se asombra porque estamos metidos de cabeza en la cultura capitalista. Aunque lo aceptemos en menor o mayor medida, o no lo aceptemos, la vena está allí.

Todo esto que digo está más que discutido. Millones de millones de libros dan su versión sobre el tema y cada quien tiene su propia opinión formada.

Precisamente aquí en caracas están en ebullición. Y entran en combate perenne entre ellas todo el año. La gente corre al metro bajo la lluvia pensando en la situación del país. El tema pulula en las fiestas y celebraciones. En las oficinas, en los apartamentos herméticamente cerrados, en el autobús o en la Cherokee. Hay verdaderos destellos ideológicos que emanan del pueblo. Luz, luz. Aun en la oscuridad, el sueño de la luz.

Llevamos sobre los hombros, como cúpula dorada de la imaginación, la gesta heroica de nuestra independencia. Del lado que sea está allí, latente. La adoran, la sueñan, la envidian. Ha despertado el tiempo del reencuentro con esas figuras. Amor y odio en la calle, pura pasión. Cada venezolano reacciona de manera distinta y poderosa frente a la imagen de Bolívar, como nuestro padre, y de Venezuela, el auténtico paisaje venezolano, su música, su poesía, su vivir, como nuestra madre. Quizá esto no sea considerado así entre los que combaten con la idea del patriotismo, pero Bolívar y el paisaje original son mucho más que patriotismo, creo yo. En la actualidad se desencadenan batallas de discursos a toda hora y en cualquier esquina, motivadas por diferencias estructurales, morales, filosóficas, religiosas, etc... aunque tal vez articuladas de manera rústica, prosaica, material, pero constante en todos los ámbitos del día a día, del discurso y la conversación (gracias a un lenguaje y una conciencia de las cosas que están despiertos (y deslumbrados) porque estamos en revolución.


Nuestra coyuntura social arde en fuego de creación. Sin lid y ofensión ninguna cosa engendró natura. Se han visto casos de gente desprevenida que es presa de la vorágine de conceptos, imaginarios, ideologías, sin saber siquiera lo que pasa, pero inmediatamente puesta a fabricar su propia explicación al respecto. 

lunes, 12 de enero de 2015

ENTER: DOOM

01 de Enero, comienza jugando Doom en la computadora. En lo que a mí respecta siempre volveré a este juego. No sé cuantas veces lo he terminado, pero jamás me cansaré. Mi favorito es Doom II, y definitivamente creo que es el mejor. Se trata de un auténtico, bien construido y perfectamente diseñado viaje a los infiernos. Así comienza el año, con un gran reto. Estoy adiestrando a Delia en este supremo arte de Cazadores de Demonios, y como ya demostró sus skills y su innegable linaje heroico al terminar con Diablo II Lord of Destruction, determiné que es tiempo ya de derrotar otras pesadillas. Yo agarré camino también con una de las expansiones de Final Doom, y otra vez recorro viejos y queridísimos paisajes... Confieso que apenas ayer aniquilé a Baal, pero ese es un tema del que hablaré en otra ocasión.

Ahora importa decir que estas jornadas de videojuegos acompañan nuestra labor diurna: el año pasado grabamos unos cuantos programas de radio (que poco a poco iré subiendo a la web) y tenemos proyectado avanzar con esta iniciativa, gracias al apoyo de todo el Equipo de Radio Nacional de Venezuela (@RNVActivaFM), dejando un rastro en todos los medios posibles.

Entre las innumerables cosas de las que hablamos allí están los juegos de video. Pero no nos limitamos a reseñarlos y/o recomendarlos, sino que buscamos otras perspectivas, aparentemente de mayor trascendencia en la vida, según creemos, y las conversamos abiertamente. Simbolismos, significaciones, experiencias, etc... Cosas que quizá en lo particular a nadie le interesan pero sí invitan a la mente a perderse un rato pensando en mundos que no existen en la realidad convencional. Acompañados siempre de literatura y música de todas partes del mundo. (En cuanto a esto último agradecemos a quienes quieran compartir con nosotros canciones o soundtracks a través de nuestro correo electrónico lajauladedante@gmail.com.

Hoy dejo el link del Source-Code ZDOOM, por si te sientes dantesc@ y quieres darte una vuelta tridimensional intensa y divertida por el infierno, (el juego y sus expansiones son fáciles de conseguir por internet).  

El divino poder se unió al crearme / Con el sumo saber y el primo Amor // Perder toda esperanza al traspasarme”
- La Divina Comedia. Dante Alighieri.


Pronto subiré el programa #SigueAdicción. Tú síguenos en twitter por @lajauladedante.

viernes, 19 de diciembre de 2014

El Cuervo de Poe

Aquí va uno de nuestros programas de radio: la segunda parte de un especial que hicimos sobre Edgar Allan Poe hace algunas semanas. Llegarán en desorden al blog pero eso no tiene importancia. Por ahora vale decir que somos un colectivo venezolano que abre su camino en la radio. Hablamos, en especial, de literatura, y escuchamos música de todas partes del mundo.

Nada de lo que decimos es necesariamente cierto, ni está apegado a ningún rigor académico, histórico o científico. Muchas veces sólo divagamos alrededor de un mismo tema, buscando las posibles conexiones que tenga con nuestra experiencia en particular o con la vida en general. Y como casi siempre estamos perdidos al llegar al estudio no acertamos con nada concreto.

Al final siempre nos anclamos en el discurso literario, en la imagen poética, en su complejo sistema de signos y en lo que sugiere e inspira la música de las palabras.

En esta ocasión es El Cuervo de Poe quien quiere conducirnos con sus graznidos a algún lugar. Lo iremos siguiendo en la oscuridad a ver a dónde nos lleva... Escuchamos Lacrimosa, Colérico Espín, Therion y Chico Buarque. También leemos Cuervos Conitos de Haruki Murakami. Conversamos sobre la vida de Edgar Allan Poe en base a nuestra interpretaciòn de la biografìa escrita por Julio Cortázar.

El programa se transmite por  Radio Nacional de Venezuela todos los domingos a las 10 de la mañana. He aquí nuestro capítulo sobre El Cuervo de Poe:



Síguenos en nuestras redes sociales:



Si te gustó el programa colabora con nosotros escribiendo tus impresiones, sugerencias y comentarios a lajauladedante@gmail.com

martes, 16 de diciembre de 2014

8 Cilinder Coffin


Estoy leyendo Nightmares & Dreamscapes, un compendio de relatos cortos del escritor norteamericano Stephen King. Es la segunda vez que tomo este libro después de dos largos años. Y, como siempre me ocurre con las historias de King, entro definitivamente en uno de los mejores universos ficcionales que conozco de la literatura.

Desde niño me han fascinado las historias de terror. Siendo el menor de mis hermanos conté siempre con un horizonte de imaginarios y figuras propias de las décadas de los ochenta y noventa. Ví, hipnotizado, películas como Pet Sematary, The Exorcist, Silence of the Lambs y entre la infinita banda sonora de mis primeros años estuvieron Guns & Roses, Metallica, Nirvana, Alice in Chains y cosas por el estilo.

Terminator y un ejército de esqueletos cibernéticos custodian un ruinoso castillo en mi imaginación. Allí, una especie de motor custom está constantemente ensamblando ficciones y divagaciones, la mayor parte de ellas sin sentido, que no son más que un tránsito por territorios que yo mismo, mezclando material de la realidad y el sueño, he inventado.   

Cada vez que decido sumergirme de pies a cabeza en un libro de King es como si viajara en un Chevrolet Malibú de 8 cilindros por una larga carretera hacia el pueblo primigenio de mi infancia, a ese lugar placentero de la imaginación donde, sentado al pie de monumentales bases de concreto onírico, en cómoda oscuridad, puedo reconocerme en la arquitectura del sueño… y por tanto, de la pesadilla.

Para mucha gente, Stephen King no es un escritor “serio”. Cada quién tendrá sus propias razones, pero en general dicen que escribe por dinero, es decir, que su motivación está impuesta por el mercado. Apostaría a que, en su origen, esta idea surgió de la más cochina envidia. Stephen King tiene décadas siendo un #1 Bestseller. Tanto en Estados Unidos como en otras partes del mundo, obviamente en estas con menor intensidad. Pero si nos basamos en la cantidad de lectores reales que tiene, está claro que es un monstruo. Lo conocen en todas partes, y es artífice directo e indirecto de nuestro imaginario colectivo. Es un escritor de ese nivel. ¿En qué contexto es esto algo malo? Quizá en el ámbito de los intelectuales, en específico aquellos que puedan considerarse conservadores, o que se ocupan de cosas muy determinadas dentro de la noción de literatura, o los llamados lectores profesionales (instrumentales, añadiría yo) que buscan valorizar, legitimar y categorizar cada cosa que leen, etc. Pero ese no es el tema. Lamento tener que considerar necesario el asunto a la hora de hablar de un escritor tan comercial como este.

Una vez apartado ese aspecto, libre de prejuicios e indignaciones en nuestra sensibilidad estética, podemos apreciar verdaderamente una historia de Stephen King.

Si se lee en su lengua original el efecto fantástico se detona en su máxima potencia. Sus personajes son muy reales, tienen voz propia, costumbres, culturas, modos de pensar, criterios, perturbaciones y paranoias (cualidades, por lo demás, muy delicadas de lograr en la literatura, aunque sobre esto pueden abrirse también discusiones). Nada más empezar a leer Needful Things y es como estar en un bar de Maine escuchando la historia de boca de uno de sus protagonistas, tomando Jack Daniels y fumando L&M´s. This is what we do little fellow –Pareciera decirme la criatura de Salem´s Lot, como si existiera realmente, en mi cabeza. Como si estuviese siempre allí, en la combinación de palabras, y al leerlas se despertara.

Se suma el efecto capaz de atrapar a cierto lector y mantenerlo en trance por horas, haciéndolo sentir cómodo aunque los escenarios sean recónditos, aterradores, sórdidos y sangrientos. Porque si estamos allí, amantes del terror, viviendo una y otra vez sus historias, es porque estamos a gusto. Lo disfrutamos… En mi caso particular, puedo leer incansablemente The Waste Lands o ver Misery hasta morir.

Hay mucho contenido en esas historias, además. En las que se consiguen en Nightmares & Dreamscapes, por ejemplo, pasamos por las figuras clásicas del terror (como el vampiro, en The Night Flyer) enredándose en nuestra dimensión moderna, transmutándose, dialogando con el imaginario colectivo de nuestro tiempo, reinterpretándose, etc. Vemos también la típica máquina vintage del viejo King ensamblando piezas como Chattery Teeth, o You know they got a hell of a band, las típicas perturbaciones y extremismos gringos en Dedication o en The End of the Whole Mess


En definitiva, este libro es una dosis de alucinaciones más o menos de medio kilo, que es lo que pesa la edición en Paperback. No hay allí desperdicio, sólo la agradable melodía de la voz auténtica que cuenta un cuento, y los adictivos colores de una american horror story. Yo seguiré leyéndolo, seguro que de ese jarabe macabro saldrán cosas buenas.